Los artistas marciales, son al fin y al cabo, personas que continuamente en su formación comenten errores. Y casualmente siempre los mismos.
Algunos son muy ligeros, motivados por la inexperiencia. Algunos sin embargo, pueden darse en practicantes más expertos y en esos casos, son más graves.
Procurar aprenderlo todo en poco en poco tiempo o intenta imponerse al compañero se tratan de errores de nobel.
Los principiantes que ya llevan algún tiempo también suelen querer enseñar a los compañeros cuando en realidad son ellos mismo los que no saben bien lo que hay que hacer.
Pero otros “pecadillos” que se realizan recurrentemente en el tatami no son ya, el único problema de inexperto.
Probablemente te encuentres con compañeros que de vez en cuando habla de cómo habría que entrenar en vez de entrenar? Y probablemente conozcas a alguien que siempre tiene una excusa de porque no le sale el ejercicio
Pensar que solo repitiendo va a mejorar la técnica, o practicar exclusivamente con vistas a un examen o un campeonato, en lugar de intentar mejorar, son también algunos de los problemas habituales del tatami.
Y, tanto en principiantes como expertos, probablemente el principal error que puede hacer un artista marcial es dejar de aprender, y creer que ya se sabe suficiente.
